Tras la contundente victoria de Fuerza Patria en las elecciones legislativas bonaerenses, el presidente Javier Milei admitió anoche que su espacio sufrió “una clara derrota” en el principal distrito electoral del país.
El mandatario habló en el búnker de La Libertad Avanza, en Gonnet, acompañado por gran parte de su Gabinete y su hermana Karina Milei, luego de horas de incertidumbre sobre si se presentaría o no a dar un mensaje.
“Hoy los resultados no han sido positivos y hemos tenido un revés electoral y hay que aceptarlo”, reconoció Milei, al tiempo que consideró que el peronismo “tuvo un desempeño en línea con lo que suelen tener en las elecciones de tipo ejecutiva”.
Un golpe político esperado
El Presidente aseguró que en su espacio anticipaban este escenario y lo interpretó como un “piso para nosotros y un techo para ellos”. “Ellos han hecho la mejor de las elecciones que podían hacer posible. A partir de este piso vamos a trabajar de cara al 26 de octubre”, afirmó.
Sin embargo, admitió la necesidad de una revisión interna: “Esto va a dar lugar a un profundo análisis de los datos, lo que conllevará a una autocrítica donde vamos a corregir aquellas cosas en las que nos hemos equivocado”.
Economía: la línea no se toca
Pese a la derrota, Milei buscó dejar en claro que no habrá cambios en la orientación de su gestión:
“El rumbo por el cual fuimos elegidos no se va a modificar sino que se va a redoblar. Vamos a seguir defendiendo con uñas y dientes el equilibrio fiscal, vamos a mantener la fuerte restricción monetaria, el esquema cambiario y a redoblar esfuerzos en la política de desregulación”.
En la previa, el armador bonaerense de LLA, Sebastián Pareja, ya había admitido la derrota frente a la prensa y adelantado que habrá “autocrítica”.
Búnker blindado
El búnker libertario se montó en el salón Vonharv de Gonnet, donde se congregaron los principales candidatos bonaerenses de LLA, entre ellos Francisco Adorni y Juan Pablo Allan. La llegada de Milei, cerca de las 20.30, se produjo bajo un fuerte operativo de seguridad: la zona fue vallada en un radio de más de un kilómetro, generando un escenario de blindaje político y mediático.
El contraste entre la contundente victoria peronista y la admisión presidencial de un “revés electoral” deja al Gobierno en un momento clave: obligado a revisar su estrategia política sin alterar su hoja de ruta económica.
