Este viernes 26 de septiembre, a las 11:30 horas, Catriel volverá a hacerse escuchar. Desde la Municipalidad partirá una gran caravana que recorrerá la ciudad y la Ruta Nacional 151, en el marco de un abrazo simbólico que busca visibilizar un reclamo histórico: la urgente necesidad de obras y seguridad vial en esta traza tan transitada como peligrosa.
La consigna es clara y conmueve: “No podemos perder más vidas en esta ruta, seguimos reclamando por nuestros derechos”.
Vecinos, instituciones, organizaciones sociales y autoridades se unirán en una sola voz, recordando a quienes ya no están y exigiendo soluciones concretas para evitar nuevas tragedias. El llamado es abierto a toda la comunidad, bajo la premisa de que la participación de cada vecino y vecina fortalece el reclamo colectivo, que trasciende colores políticos y pone en el centro la defensa de la vida.
Punto de encuentro: Municipalidad de Catriel
Día y hora: viernes 26 de septiembre – 11:30 hs.
Modalidad: abrazo simbólico y caravana por la Ruta 151
“Porque la Ruta 151 es parte de nuestra vida cotidiana, porque la recorremos a diario y porque no podemos resignarnos al dolor, Catriel se abraza y se moviliza una vez más”, expresaron los organizadores.
En los días previos, distintas instituciones locales se sumaron al pedido. La Asociación Civil de Fútbol Catriel publicó un duro comunicado en redes sociales en el que volvió a describir la ruta como “la de la muerte” y cuestionó la falta de respuestas:
“Queremos renovar la súplica al gobierno de turno y a los gobernadores provinciales para que insistan y gestionen la repavimentación de la Ruta Nacional 151 y el control de peso de miles de camiones que transitan sobre un pavimento totalmente detonado. Hay familias que están muertas en vida porque la pérdida de un hijo, un hermano o una madre nunca la tapa el tiempo, solo la maquilla”.
La entidad deportiva también apuntó a la clase política: “Sabemos que hoy todos están abocados a las elecciones, mientras los regionales, provinciales y trabajadores seguimos siendo rehenes de una ruta en ruinas. No se olviden que los pueblos se cansan y que los políticos son sirvientes del pueblo, no al revés”.
La movilización de este viernes no solo es un grito de dolor: es también una advertencia. Mientras los discursos de campaña se multiplican, la Ruta 151 sigue sumando tragedias y el reclamo de Catriel queda atrapado en la indiferencia. En el contraste entre el ruido electoral y el silencio de las obras pendientes se juega la verdadera distancia entre la política y la vida cotidiana de la gente. Y esa brecha, cada día más visible, empieza a ser insostenible.










