Una preocupante situación sanitaria afecta a la comunidad de Catriel: los afiliados a la obra social IPROSS se quedaron sin cobertura médica en la Clínica Catriel, uno de los centros de salud privados más importantes de la localidad. El corte de servicios se debe a una abultada deuda que el instituto provincial mantiene con la institución, sin señales concretas de pago en el corto plazo, según trascendió.
La clínica, conocida popularmente como la “petrolera” por haber sido fundada por el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, alberga un plantel médico de calidad y cuenta con especialistas que resultan fundamentales para la atención de los vecinos. Su salida del esquema de cobertura de IPROSS deja sin opciones a una amplia porción de la población, principalmente trabajadores de la administración pública provincial y municipal, quienes ahora deberán trasladarse hasta Cipolletti —a casi 140 kilómetros— para recibir atención especializada.
La situación no sólo afecta a los afiliados de IPROSS. También se supo que la obra social PAMI mantiene deudas con prestadores privados y hasta con el propio hospital de Catriel, lo que amenaza con agravar aún más el panorama sanitario local.
La intendenta Daniela Salzotto tomó cartas en el asunto y, según fuentes confiables, ya habría elevado un pedido formal de informes tanto a IPROSS como a PAMI. Asimismo, habría mantenido contacto directo con la presidenta del organismo provincial, Marcela Ávila, en busca de una solución urgente. Las gestiones, hasta el momento, no han tenido respuesta oficial.
La comunidad observa con preocupación el deterioro progresivo del sistema de salud local y exige soluciones rápidas para evitar que el derecho a la atención médica siga siendo vulnerado.