El gobierno de Río Negro oficializó este miércoles el reconocimiento al Parque Industrial de Catriel, junto a otros 24 ubicados en 22 localidades de la provincia, en el marco de la Ley de Parques Industriales y la Ley de Promoción Económica. La medida contempla beneficios impositivos para las empresas radicadas, con exenciones en Ingresos Brutos, Impuesto Automotor e Impuesto Inmobiliario por plazos de 3, 5 o 10 años, con mayores ventajas para aquellas que demuestren sustentabilidad ambiental.
El gobernador Alberto Weretilneck encabezó la entrega acompañado por la secretaria de Energía y Ambiente, Andrea Confini. “Esto genera importancia competitiva frente a otras provincias”, destacó el mandatario, subrayando que las medidas buscan atraer inversiones, fomentar la radicación de nuevas empresas y ordenar el desarrollo territorial.
La iniciativa se articula con otras herramientas como la Agencia de Desarrollo Económico y Productivo, creada para vincular al Estado provincial y municipal con el sector privado en financiamiento, exportaciones y nuevas oportunidades comerciales, además del Fondo de Garantía de Río Negro, que cuenta con un capital inicial de 2.000 millones de pesos para facilitar el acceso al crédito.
En Catriel, el Parque Industrial forma parte de un proceso de largo aliento. El proyecto se inició durante la gestión de Carlos Johnston, tuvo continuidad bajo el mandato de Viviana Germanier y fue revalorizado con nuevo impulso por la actual intendenta Daniela Salzotto, dentro del eje de Diversificación Productiva. El objetivo es generar empleo local, diversificar la matriz económica y promover un desarrollo sustentable.
En febrero de este año, Salzotto y el secretario de Planificación y Desarrollo, Milton Molina, recorrieron la refinería REFIPAMPA en la vecina localidad pampeana de 25 de Mayo, para presentar el potencial del Parque Industrial Catriel como destino para futuras inversiones. “Empresas como REFIPAMPA son clave para potenciar la industria, atraer inversiones y generar empleo en nuestra ciudad”, expresó entonces la jefa comunal.
Durante el acto de reconocimiento, la secretaria de Parques Industriales y Zona Franca, Soledad Ponce, detalló el trabajo realizado en los últimos meses. Recordó que en septiembre de 2024 estas áreas pasaron a depender de la Secretaría de Ambiente y Energía, lo que permitió actualizar la información y ordenar un sector que hasta entonces carecía de un marco normativo. La sanción de la Ley N° 5767, en diciembre del año pasado, estableció requisitos mínimos, procedimientos de aprobación y un gabinete técnico para acompañar a los municipios en la consolidación de sus parques industriales.
Confini, por su parte, aseguró que Río Negro atraviesa “un proceso de transformación estructural” asociado a la expansión energética y logística: “Necesitamos desarrollar parques modernos, eficientes, con todos los servicios necesarios y que respondan a las necesidades específicas de cada localidad”.
El acto contó con la presencia del presidente del bloque de JSRN, Facundo López; el intendente de Viedma, Marcos Castro, y jefes comunales de distintas localidades, además de legisladores, representantes de parques industriales y referentes del sector productivo.
Editorial
Más allá de la formalidad institucional, el reconocimiento provincial al Parque Industrial de Catriel abre un capítulo clave en la disputa regional por las inversiones y el desarrollo productivo. En un escenario donde las localidades compiten por atraer empresas estratégicas, contar con un marco normativo y beneficios impositivos no solo otorga previsibilidad, sino que marca diferencias concretas frente a otras provincias y municipios vecinos. Para Catriel, el desafío es doble: consolidar su perfil diversificado sin quedar atado exclusivamente a la renta hidrocarburífera, y al mismo tiempo reafirmar su capacidad de ser un polo atractivo en medio de la tensión con 25 de Mayo y otras zonas que también buscan seducir capitales. El futuro del parque industrial no dependerá solo de la infraestructura ni de los incentivos fiscales, sino de la coherencia política y la visión de largo plazo para que esa radicación de inversiones se traduzca en empleo genuino y desarrollo sostenible.










