Este 7 de agosto, como en todo el país, se celebró el Día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. En Buenos Aires, miles de fieles colmaron el santuario de Liniers para agradecer y pedir por empleo y sustento. En Catriel, la comunidad católica también vivió la jornada con profunda fe y emoción.
La celebración comenzó a las 16:30 con una procesión que partió desde la iglesia local, hasta la capilla San Cayetano, ubicada en calle Dinamarca. Una columna de personasde todas las edades caminó Roca y Hugo Sosa, para tomar por calle España hasta Córdoba. Desde allí tomaron por Dinamarca hasta llegar a la capillaarribando poco antes de la hora 17, recorrido por la ciudad entre rezos y cánticos. Allí se celebró la misa central, con el templo repleto de fieles, y se realizó el tradicional reparto de pan bendecido, para que cada familia lo comparta en su hogar como símbolo de bendición.
El cura párroco Temer Muckled dialogó con FM La ser y destacó la preparación espiritual que antecedió a la fecha:
“Durante nueve días la comunidad se reunió para rezar por diferentes intenciones. Hoy agradecemos por el pan de cada día y pedimos por todas las personas que necesitan un trabajo digno. Los pancitos que se reparten son elaborados con mucho cariño por la comunidad para que las familias los compartan en sus casas”.
Muckled recordó el significado de San Cayetano como símbolo de “pan, paz y trabajo” y transmitió un mensaje de esperanza:
“Nunca hay que bajar los brazos. Jesús jamás nos va a abandonar. En los momentos difíciles, Él nos dice: ‘Vengan a mí todos los que están cansados, que yo los aliviaré’”.
Al cierre, el sacerdote informó que viajará a Buenos Aires para acompañar la asunción de Alejandro Pablo como nuevo obispo de la diócesis de Morón, regresando a Catriel en los próximos días.
La festividad de San Cayetano volvió a reunir a la comunidad en torno a la fe, renovando el compromiso de pedir y agradecer por lo más esencial: el pan y el trabajo digno para todos.
