Este viernes se llevó a cabo el Foro del Corredor de la Ruta Nacional 151, un nuevo intento de articular una respuesta regional ante la crítica situación de esta vía estratégica que atraviesa las provincias de La Pampa, Río Negro y Neuquén, y que resulta vital para el desarrollo logístico y productivo del área vinculada a Vaca Muerta. Sin embargo, la convocatoria evidenció una marcada indiferencia de los gobiernos provinciales de Neuquén y Río Negro, cuyas autoridades brillaron por su ausencia.
Del lado rionegrino, solo participó la intendenta de Catriel, Daniela Salzotto, mientras que ningún representante de Neuquén se hizo presente, a pesar de que hace apenas un año ambas provincias habían suscripto acuerdos de trabajo conjunto en el marco del 1° Foro de Intendentes Vaca Muerta Norte, también realizado en Catriel. Allí, actores de las tres provincias se comprometieron a impulsar de manera articulada soluciones para la RN 151 y rutas provinciales vinculadas. Un año después, ese compromiso parece haberse desvanecido en la práctica.
En contraste, La Pampa desplegó una fuerte representación: estuvieron presentes el ministro de Obras Públicas, Alfredo Intronati, los intendentes de Puelén, La Reforma, Algarrobo del Águila y Santa Isabel, y el diputado nacional Martín Ardohain. También participaron Ernesto Inal, secretario adjunto del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, y familiares de víctimas de siniestros viales ocurridos en la RN 151, junto a representantes del programa Estrellas Amarillas, quienes visibilizaron el alto costo humano del deterioro de la traza.
Durante su intervención, el ministro Intronati fue contundente:
“El trabajo que se hace no será de calidad. La Ruta 151 no está en los planes del gobierno nacional, a pesar de lo que se ha publicitado. Lo que vemos hoy es solo maquillaje: bacheos, acondicionamientos de banquinas… Pero eso no garantiza la seguridad ni la transitabilidad a mediano plazo”.
Intronati advirtió que, tras el vencimiento del contrato con la empresa Maquivial el 31 de diciembre, el Estado nacional tendrá la posibilidad de redefinir el futuro de la ruta, y exigió que se avance con una reparación total, sin límites ni exclusiones, desde Puente Dique hasta el cruce con el Desierto.
“Tenemos que declarar la emergencia de la RN 151 y buscar soluciones concretas. No basta con parches. Necesitamos inversión profunda, y para eso hay que explorar alternativas: un fideicomiso, la participación del sector privado, incluso un eventual peaje”, señaló.
El funcionario pampeano insistió en la necesidad de involucrar a los usuarios reales de la ruta —especialmente al sector hidrocarburífero—, cuyo tránsito pesado (en particular de camiones de arena) ha acelerado el deterioro de la infraestructura.
“Si hacen uso intensivo de esta vía, deben contribuir a su mantenimiento. Que paguen un canon. Es una vía de financiamiento que hoy no existe, pero que es urgente considerar”, remarcó.
Desde el municipio de 25 de Mayo, organizador del foro, aclararon que el encuentro “no tiene carácter deliberativo ni resolutivo”, pero sí busca “unificar criterios, reclamos y prioridades” para elevar una demanda regional coordinada a la Dirección Nacional de Vialidad y al gobierno nacional.
El contraste entre la convicción de los actores pampeanos y la ausencia de representantes neuquinos y rionegrinos encendió alarmas sobre la falta de compromiso interprovincial, a pesar del papel clave que la RN 151 juega en la logística de Vaca Muerta. La Región Vaca Muerta Norte, concebida como un espacio de integración y cooperación, parece hoy más fragmentada que nunca.
Mientras tanto, las familias que han perdido seres queridos en la ruta siguen esperando respuestas, y los camiones continúan transitando por una traza que, según expertos y funcionarios presentes, ya no puede sostener más demoras en su reconstrucción integral.
La pregunta que queda en el aire: ¿seguirá la RN 151 siendo una ruta de promesas incumplidas, o la presión regional logrará finalmente convertirla en una prioridad nacional?
