Leonel Monsalve sorprendió con un giro político: el intendente de 25 de Mayo se despegó de Javier Milei y dejó la puerta abierta a militar para el peronismo en octubre. Admitió que varios exfuncionarios del PJ integran su gabinete, elogió a Abelardo Ferrán y disparó contra la gestión libertaria: “Esperaba otra cosa, hoy lo único que tengo son ataques de pánico y obras paradas”.
El intendente de 25 de Mayo, Leonel Monsalve, dio definiciones políticas de peso durante una entrevista en Radio Kermés, donde no descartó trabajar activamente para el peronismo en las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre.
En el programa de streaming Se Picó, conducido por Diego Ladegenn y que se emite los lunes a las 21 horas por YouTube, Monsalve reconoció su desencanto con el gobierno de Javier Milei y admitió que observa con mejores ojos la propuesta encabezada por el candidato a diputado nacional Abelardo Ferrán.
“Estoy en línea con la gente que defiende a 25 de Mayo y a los pampeanos. Hemos trabajado codo a codo con el gobernador y hasta ahora no hemos tenido acercamiento con La Libertad Avanza. La postura es defender los intereses de 25 de Mayo”, afirmó.
El trasfondo político local
El guiño de Monsalve al peronismo no es menor. Desde que ganó la intendencia en 2023, se especula que parte del PJ local jugó a su favor frente al candidato oficial del consenso peronista, Claudio Ullman. No sorprende, entonces, que varios integrantes de su gabinete provengan de la gestión del exintendente peronista Abel Abeldaño.
En ese marco, la posible foto con Ferrán podría sellar una sintonía que ya se percibe en los pasillos políticos veinticinqueños.
Críticas al modelo libertario
El intendente no ahorró críticas al gobierno nacional:
“Nos hubiera gustado otro apoyo del gobierno nacional. No hemos tenido obras, inversiones ni programas. Eso genera una distancia, porque yo necesito herramientas para mejorar la vida de mis vecinos y no las tengo”.
Monsalve admitió haber compartido, en un principio, cierta sintonía con Javier Milei por la condición de “outsider” de ambos. Sin embargo, la gestión le marcó los límites de la experiencia libertaria:
“Yo esperaba otra cosa. Entiendo la necesidad del ajuste macroeconómico, pero en el día a día lo sufro. No puedo pagar sueldos o encarar obras si no hay acompañamiento”.
Una gestión bajo presión
En la entrevista, Monsalve también se mostró en un costado más íntimo, confesando los efectos personales del desgaste:
“Hoy sufro ataques de pánico. Es muy estresante no saber cómo llegar a fin de mes y pagarle a los trabajadores, o ver que se rompen las obras y no tener respuestas”.
“Soy de todos y de nadie”
Aunque llegó a la política por el PRO, Monsalve insiste en definirse como independiente:
“Soy de todos y no soy de nadie. Me ha costado dolores de cabeza esa independencia. Incluso los propios dirigentes del PRO me dicen que soy independiente”.
A sus 38 años, el jefe comunal se reconoce como un dirigente joven, “criado en 25 de Mayo, padre de dos hijas y con orgullo de representar a mi pueblo”. Entre bromas, se autodefinió como un Stark de Game of Thrones: resistente, pero siempre al filo de la batalla.
Lo que viene
El intendente dejó abierta la puerta a trabajar para que la lista de Ferrán sea la más votada en su localidad, aunque aclaró que dependerá del consenso con su equipo.
La entrevista deja una conclusión clara: Monsalve, que llegó como un outsider con el PRO, hoy se encuentra más cerca del peronismo que de Milei, y su decisión podría mover piezas en el ajedrez político pampeano rumbo a las legislativas.
La contradicción de un intendente sin bandera
Más allá de sus guiños al peronismo y su desencanto con Milei, Leonel Monsalve parece moverse en un terreno ambiguo, sin ideología definida. Se proclama independiente, “de todos y de nadie”, pero en la práctica carga con un estilo de gestión que genera fuertes críticas puertas adentro y afuera del municipio.
Vecinos de 25 de Mayo denuncian que resulta casi imposible conseguir una audiencia con el intendente, incluso llegando de madrugada a la municipalidad. La falta de diálogo directo se convierte en un obstáculo en una localidad donde la cercanía es clave. A eso se suman las renuncias de funcionarios de su propio gabinete, quienes confesaron off de record no querer quedar mal con sus vecinos al ver incumplidas varias de las promesas de campaña.
La paradoja se vuelve evidente: Monsalve busca un espacio político donde afirmarse, pero gobierna con prácticas que lo alejan de la transparencia y la cercanía que pregona. Su falta de definición ideológica se traduce, en los hechos, en un vacío de gestión que lo deja expuesto a críticas cada vez más duras. Uno de sus puntos flacos es la no presentación de su Declaración Jurada de patrimonio.