En tiempos donde los fenómenos naturales y las emergencias imprevistas exigen respuestas rápidas y eficaces, la preparación del personal de seguridad y rescate se vuelve una prioridad impostergable. En este marco, Casa de Piedra fue escenario de una capacitación clave en conducción de embarcaciones, organizada con el objetivo de profesionalizar y habilitar a bomberos, agentes comunales, personal policial y de defensa civil de distintas localidades pampeanas.
La iniciativa, impulsada por el delegado comunal Roberto Bigorito junto al ministro de Seguridad y Justicia, Horacio di Nápoli, y el jefe de Operaciones de Defensa Civil, Juan Lagos, contó con la experiencia de instructores de la Prefectura Naval Argentina, quienes trasladaron al dique Casa de Piedra toda su pericia técnica.
No se trató de un simple curso: fue una inversión concreta en seguridad pública. Durante dos jornadas, 23 participantes de Victorica, General Pico, 25 de Mayo, Casa de Piedra y Gobernador Duval recibieron formación intensiva que combinó teoría, práctica en navegación y exámenes de evaluación. El resultado fue la obtención del carnet habilitante de conductor náutico, un requisito que garantiza que quienes deban enfrentar situaciones de rescate o control en lagos y ríos lo hagan con la solvencia que demanda la ley y, sobre todo, la seguridad ciudadana.
El valor de este tipo de instancias radica no solo en el conocimiento adquirido, sino también en la coordinación interinstitucional que fortalece los lazos entre municipios, fuerzas de seguridad y organismos de respuesta ante emergencias. Los participantes, que se alojaron en el albergue de Casa de Piedra, iniciaron así un proceso de formación continua: se prevé que mantengan prácticas de navegación junto a Prefectura en el lago, consolidando la preparación operativa de la región.
La propia Prefectura destacó “el excelente nivel y profesionalismo” de los asistentes, lo que no solo habla del compromiso individual, sino también de una política pública que decidió dar un paso más allá de los discursos y avanzar en hechos concretos.
En definitiva, la capacitación en Casa de Piedra no fue un evento aislado, sino un gesto claro de hacia dónde debe ir la provincia: profesionalizar sus recursos humanos para que, en cada emergencia, la respuesta sea inmediata, técnica y segura.