La operación, que tuvo la aprobación del presidente Donald Trump, se realizó en medio de las conversaciones entre Washington y Pionyang sobre la desnuclearización norcoreana, reporta el diario.
(Actualidad RT).- Un comando de la unidad militar de élite de la Marina de EE.UU., conocida como SEAL, llevó a cabo una fallida misión encubierta para espiar al líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un, en 2019, informó este viernes The New York Times, citando a funcionarios estadounidenses familiarizados con el asunto aún clasificado.
EE.UU. ha enfrentado serios obstáculos para acceder a información referente a la RPDC y, en particular, acerca de su líder. En el contexto de las conversaciones entre Washington y Pionyang sobre la desnuclearización norcoreana, las agencias de inteligencia plantearon a la Casa Blanca la opción de instalar un dispositivo capaz de interceptar las comunicaciones de Kim.
Según los declarantes, las autoridades militares asignaron en 2018 al escuadrón rojo del equipo SEAL 6, el mismo que asesinó a Osama bin Laden en 2011, para realizar dicha tarea. Asimismo, aseguraron que el presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó la operación, dando así inicio a los preparativos.
Destinada al fracaso
Se tenía previsto que el destacamento SEAL empleara minisubmarinos para desembarcar en el país asiático y retirarse sin ser descubierto. A principios de 2019, el comando se infiltró en aguas norcoreanas en medio de la noche. Sin embargo, la operación fracasó al verse comprometida por una pequeña embarcación que se acercaba a los minisubmarinos.
Los militares terminaron disparando y matando a la tripulación del bote, que, de acuerdo con los informantes, estaba conformado posiblemente por dos o tres personas. Posteriormente, se supo que se trataban de civiles que estaban buceando en busca de mariscos.
Unas series de revisiones clasificadas del Pentágono dictaminaron que los asesinatos se ajustaban a “las reglas de combate” y que la misión se vio frustrada por diversas situaciones “desafortunadas que no pudieron preverse ni evitarse”.
Una violación a la ley de EE.UU.
Los funcionaros indicaron que el Gobierno de Trump no informó al Congreso sobre la operación ni de sus resultados, lo que, según expertos, podría haber violado la ley federal de EE.UU. El profesor Matthew Waxman, de la Universidad de Columbia, explicó que los presidentes tienen cierto margen sobre lo que comunican al Congreso.
No obstante, indicó que tienen la obligación de notificar cuando se realizan misiones militares de alto calibre. “La clave es asegurar que el Congreso no quede al margen de asuntos importantes”, agregó Waxman. El NYT subrayó que muchos de los participantes en la misión fueron luego ascendidos.
“No sé nada al respecto”
Por su parte, el presidente estadounidense declaró este viernes que no sabe nada sobre esa operación de infiltración.
“No sé nada al respecto”, dijo a los periodistas. “Puedo comprobarlo, pero no sé nada. Es la primera vez que oigo hablar de ello“, señaló.
