A la venta de divisas para importadores se sumó la depreciación de los yuanes que componen el swap con China y la salida de los depósitos privados. Estiman que las reservas netas disponibles bajaron casi U$S 4.800 millones en un año.
(Por Marcelo Di Bari para Tiempo Argentino).- La crisis global desatada por las medidas proteccionistas de Estados Unidos contribuyó a deprimir todavía más las reservas internacionales del Banco Central, que el lunes cerraron en U$S 24.791 millones, su punto más bajo desde el 23 de enero del año pasado.
La disminución tiene correlación con la situación netamente vendedora que la entidad debió adoptar en el mercado oficial de cambios, ante la mayor demanda de importadores, apurados por hacerse de divisas al precio actual antes de una potencial devaluación. El lunes el BCRA debió poner U$S 35 millones y en las últimas dos semanas ya lleva un déficit de alrededor de U$S 1.800 millones.
El monto total de las reservas, sin embargo, depende de una mirada mucho más amplia, ya que surge de la valuación de los activos que la componen y allí es donde la tormenta internacional metió la cola.
Necesitada de vender ante otros mercados para compensar los aranceles impuestos por Donald Trump, China dejó caer algo más de 1 por ciento el yuan, cuya paridad pasó a 7,33 por dólar estadounidense. Esa depreciación impactó sobre las reservas del Central, que en más del 70% están compuestas por yuanes inyectados por el Banco Popular de China (el famoso swap).
Al 31/03, las reservas netas del BCRA fueron negativas en USD 6.491 millones: las reservas netas líquidas (divisas) fueron negativas en USD 12.742 M, USD 6.187 M correspondieron a oro y USD 64 M a DEG. Las reservas totales se situaron en USD 24.986 M. (1/3) pic.twitter.com/9bXVBZ010o
— GERES (@Economiageres) April 7, 2025
La caída no alcanzó a ser compensada por la suba del oro, que en tiempos agitados suele ser refugio de los inversores. En las reservas del BCRA hay unos U$S 6.000 millones en lingotes, buena parte de los cuales fueron enviados a Londres por el ministro de Economía, Luis Caputo, en una decisión que el gobierno intentó infructuosamente mantener en secreto.
Pero lo que más influye en la merma es la salida de los depósitos en dólares que el sector privado mantiene en el sistema bancario. Esos fondos (que permanecen encajados en el BCRA y por eso se computan como parte de las reservas internacionales) crecieron fuertemente durante el tiempo en que rigió el blanqueo de capitales dispuesto por el gobierno y una vez terminado el lapso de permanencia obligatorio en las cuentas, empezaron a gotear. Según los registros oficiales, desde el 8 de noviembre hasta la semana pasada sus dueños retiraron U$S 4.780 millones.
Lo más sustancial de esos números es que después de casi 16 meses de “el ajuste más grande en la historia de la humanidad”, como lo calificó el presidente Javier Milei, el esfuerzo no sirvió para alterar sustancialmente el frente externo. El traslado a los precios de la devaluación inicial de diciembre de 2023 nunca fue compensado por el ritmo de la actualización del dólar y el retraso cambiario, coinciden los analistas, es tanto o más grande que en los fines de la administración del Frente de Todos. Eso obligó al tándem Milei/Caputo a recurrir nuevamente al FMI y a depender otra vez de las exigencias del organismo, ante la atenta mirada de los mercados.
El grupo GERES, que sigue minuciosamente la evolución de las reservas, calculó que una vez descontados todos los compromisos exigibles del Banco Central (el respaldo a los depósitos, el swap con China y otras obligaciones), las reservas netas al 31 de marzo eran negativas por U$S 6.491 millones.
“Desde una perspectiva más amplia, las reservas netas expusieron un descenso de U$S 4.766 millones si las comparamos con el stock registrado hace un año (28/03/24)”, señalaron desde ese espacio. También detallaron que “las reservas brutas cayeron U$S 4.625 millones al 31/03 (respecto al cierre del año pasado), lo que representó una disminución del 15,6%. En comparación al 10/12/23, las mismas aumentaron U$S 3.777 millones”.