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El recorte al agro llega a la góndola: advierten que podría subir el precio de alimentos y combustibles

El recorte en los derechos de exportación que anunció Javier Milei podría disparar, aunque levemente, los precios del pan, la carne, la leche, el pollo y el aceite. Según especialistas, la suba sería marginal y puntual, pero podría sentirse en la mesa y en el surtidor.

(Data Clave).- La decisión del Gobierno de bajar las retenciones a las exportaciones agroindustriales ya empieza a generar reacciones y proyecciones. El anuncio que hizo Javier Milei este sábado apunta a estimular la producción de cara a la próxima campaña, pero también trae consigo una advertencia: los precios de algunos productos básicos podrían subir.

La medida, que reduce el derecho de exportación del maíz del 12% al 9,5%, afectará de manera directa a una serie de alimentos que están muy presentes en la dieta diaria. Según especialistas, se espera una leve suba en la carne vacuna, el pollo, el cerdo, la leche, el pan, los aceites y también en los biocombustibles, lo que podría trasladarse, aunque indirectamente, a los precios del gasoil y la nafta.

Para Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la medida tiene un doble filo. “La baja de derechos de exportación aumenta el precio de los productos, lo que a priori significa una baja de pérdidas o una suba de ganancias, derivando en una posible mayor recaudación del impuesto a las ganancias y de otros impuestos provinciales que gravan la facturación”, explicó. Pero advirtió: “Debe considerarse el posible efecto de la suba de precios internos sobre el consumo doméstico, básicamente por los cambios en los bienes más consumidos”.

Desde la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), su economista Antonella Semadeni desarmó la estructura de precios de los alimentos más sensibles. Según detalló, en productos como el pan, la carne y la leche, el 60% del precio corresponde a los costos de producción, el 15% a las ganancias en toda la cadena y el 25% restante a impuestos. Es decir, la materia prima no tiene tanto peso como se suele creer.

En concreto, el trigo y el maíz representan apenas el 8% del costo del pan, el 4% en la leche, el 9% en la carne vacuna, el 13% en la porcina y el 15% en la aviar. Por eso, el impacto del anuncio sería acotado. FADA calculó que con la nueva medida la carne bovina subiría 0,2% y la leche apenas 0,1%.

“La baja de retenciones esta vez tiene un timming adecuado”, opinó Semadeni. “En enero la anunciaron de manera temporal cuando toda la siembra estaba hecha y no se pudo aprovechar todo el potencial económico; en cambio, el impacto ahora va a ser mucho más positivo de cara a la siguiente campaña, con efecto multiplicador en toda la cadena”, analizó.

Ese efecto derrame beneficiaría a todo el circuito agroindustrial: “Desde la siembra del maíz hasta el asado que llega a la mesa de los argentinos, significa una mayor producción de granos, de carne, de bioetanol, de biodiesel”, aseguró Semadeni. Además, recordó que el 64% de los impuestos que paga hoy el agro son retenciones, que no se coparticipan, por lo que una mayor producción implicaría más recaudación por IVA y Ganancias, que sí van a las provincias.

El impacto también se extiende al mercado del aceite y el biodiésel, donde los márgenes se mueven al ritmo de los precios internacionales. Axel Boerr, presidente de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (CAPBA) y fundador de Explora S.A., explicó cómo afecta la baja de impuestos al sector: “El precio del aceite en Argentina es el de exportación menos retenciones, más aproximadamente 8%”, precisó.

“Al bajar las retenciones (que están restando) automáticamente sube el precio del aceite, que representa casi el 90% del costo variable de producción de biodiésel. Para los que exportan implica que el diferencial de derechos de exportación de biodiésel menos aceite se reduce”, dijo Boerr.

Sin embargo, el problema aparece puertas adentro: “Para los productores que abastecen el mercado local, se vende en pesos a un precio regulado por la Secretaría de Energía, que incumple la ley de biocombustibles”, denunció. Según Boerr, el aumento del costo en la materia prima no siempre se traslada al precio final porque depende de una decisión oficial que apunta a contener el precio del gasoil y evitar un nuevo sacudón inflacionario.

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