Una familia de Catriel lanzó un llamado a la comunidad para poder costear los traslados necesarios a General Roca, donde su hija recién nacida, Mia Ignacia, debe realizar estudios médicos urgentes a raíz de una compleja patología.
Micaela, la mamá de la pequeña, compartió en redes sociales la situación que atraviesan junto a su pareja: “Tres semanas antes de la fecha de parto nos enteramos que nuestra bebé venía con Mielomeningocele con hidrocefalia. Nació el 4 de septiembre y al día siguiente fue operada de la columna. Estuvo internada en Neonatología del hospital de Roca durante 10 días”.

Si bien en el momento del alta no fue necesario colocar una válvula en la cabeza de la beba, ahora los controles son indispensables para determinar la evolución de la hidrocefalia. “Este lunes 29 debemos estar en Roca a las 8 de la mañana para estudios en su cabecita y el control de la neurocirujana”, explicó la madre.
El mayor obstáculo que enfrenta la familia es económico: ninguno de los padres tiene actualmente trabajo y los costos de traslado son inalcanzables. “Un auto hasta Roca vale entre 80 y 100 mil pesos, y en colectivo los dos pasajes más el seguro de la bebé nos salen cerca de 80 mil, sin contar taxi o Uber hasta el hospital”, detallaron.
Ante esta situación, apelaron a la solidaridad de los vecinos: “Sabemos que hay mucha gente solidaria en Catriel y cualquier ayuda suma. De corazón, lo agradeceríamos”.
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo mediante el alias 1controlparamia (Cuenta Prex, a nombre de Sheila Micaela Díaz).
Una deuda social pendiente
Más allá del gesto solidario que sin dudas volverá a demostrar la grandeza de la comunidad catrielense, el caso vuelve a poner en evidencia una deuda estructural: la falta de un sistema sanitario y social que dé respuestas rápidas y efectivas a las familias en situación de vulnerabilidad. No puede ser que, en medio de la angustia de cuidar la salud de una hija recién nacida, unos padres tengan que recurrir a rifas, donaciones o colectas para cubrir algo tan básico como el traslado a un hospital.
La solidaridad de los vecinos es, una vez más, el refugio inmediato. Pero lo cierto es que la verdadera solución debería estar garantizada por el Estado, para que ninguna familia tenga que atravesar la doble carga del dolor y la incertidumbre económica al mismo tiempo.










