La ciudad de Catriel vivió una jornada cargada de emoción y esperanza con el festejo por el segundo aniversario de la Escuela de Formación Cooperativa y Laboral N° 8, institución que representa un verdadero faro de inclusión para jóvenes y adultos con distintas discapacidades que buscan abrirse camino en el mundo del trabajo.
El encuentro estuvo colmado de alegría, con la participación de alumnos, familias y docentes, quienes compartieron una tarde de celebración y orgullo por los avances logrados en estos dos años. La intendenta Daniela Salzotto acompañó los festejos y entregó un aporte económico para que la institución pueda organizar las actividades por el Día del Estudiante, reafirmando su compromiso con la comunidad educativa.
Una lucha que se convirtió en realidad
La creación de la Escuela Laboral fue el resultado de años de insistencia y trabajo colectivo. El proyecto comenzó a gestarse en 2016, impulsado por Marcela Miranda, directora de la Escuela N° 10, junto a familias y docentes que no bajaron los brazos pese a los obstáculos. Tras una larga espera, en 2022 finalmente se concretó el sueño: la apertura de la Escuela Laboral N° 8, con sede en calle Avenida de las Américas N° 125, dependiente de la Supervisión de Educación Especial Zona IV – AVO I y II.
Miranda y la comunidad educativa vivieron aquel logro como la recompensa a una lucha de años, que incluso contó con el apoyo de dirigentes políticos como el actual gobernador que por entonces era senador -Alberto Weretilneck- a quien en su momento se le planteó la urgencia de concretar la iniciativa.
Oportunidades que transforman vidas
La importancia de esta institución no se mide solo en términos educativos, sino también en su aporte social: la escuela ofrece un espacio de formación cooperativa y laboral que abre la puerta a la inclusión real. Brinda herramientas para que personas de distintas edades y con diferentes discapacidades puedan desarrollar oficios, adquirir independencia y encontrar un lugar en el mundo del trabajo, rompiendo barreras y prejuicios.
En un contexto donde la integración laboral sigue siendo una deuda pendiente, la experiencia de Catriel demuestra que apostar por la inclusión no es un gesto solidario, sino una política de justicia y equidad. Cada alumno que se forma en esta escuela gana la posibilidad de proyectar un futuro, pero también la sociedad entera se enriquece al reconocer y valorar capacidades diversas.
Una comunidad que abraza el desafío
El aniversario celebrado no solo fue una fiesta institucional, sino también un recordatorio de que los derechos se conquistan con lucha y perseverancia. La Escuela Laboral de Catriel es hoy un ejemplo de lo que se puede lograr cuando la comunidad educativa, las familias y las autoridades trabajan juntas con un mismo objetivo: garantizar oportunidades y dignidad para todos.










