En un encuentro convocado para analizar la situación actual del comercio local y los negocios de la ciudad, se abrió un espacio de trabajo conjunto orientado a generar alternativas económicas y turísticas para Catriel. La jornada estuvo acompañada por la intendenta Daniela Salzotto, quien se comprometió a sostener una agenda articulada junto a la Secretaría de Planificación y Desarrollo, la Dirección de Turismo, la Secretaría de Desarrollo Social, la Dirección de Cultura y Gobierno y la Dirección de Inspección General y Comercio.
La propuesta oficial apunta a diversificar la economía y aprovechar el turismo de paso, aunque en el aire todavía flotan tensiones no resueltas con parte del sector comercial.
Malestar por la “competencia desleal”
Comerciantes de distintos rubros hicieron saber su disconformidad con eventos organizados por el municipio donde emprendedores pudieron comercializar productos de todo tipo. El trasfondo del enojo es claro: en medio de una crisis económica marcada por la inflación, la caída del poder adquisitivo y la desocupación, muchas familias optaron por vender lo que estuviera a su alcance. Sin embargo, no solo se trató de artesanías o artículos usados, sino también de reventa de productos nuevos, lo que algunos dueños de locales consideraron competencia directa y desigual, al no tener esos vendedores los mismos costos de alquiler, impuestos ni empleados.
Aunque la reunión no estuvo pensada para dirimir esa disputa, la incomodidad quedó latente y promete volver a escena en cualquier discusión sobre el futuro del comercio local.
Una cámara en disputa
En paralelo, dos sectores de comerciantes trabajan en la presentación de listas para reactivar la Cámara de Comercio, con la expectativa de recuperar la institución como herramienta de representación y defensa. La futura conducción, que se definirá en elecciones internas, será un actor clave en la mesa de diálogo convocada por el municipio.
La incógnita está planteada: ¿será la cámara un factor de consenso o un nuevo escenario de conflicto? Lo cierto es que, más temprano que tarde, esa voz organizada deberá sentarse frente al Ejecutivo municipal, en una discusión donde lo económico se mezcla con lo político y donde se jugará el modelo de desarrollo que Catriel necesita para no quedar atrapada entre la crisis nacional y sus propios desacuerdos internos.
