El Consejo Directivo definió rechazar “todos los puntos” y deslizó que el proyecto lo elaboró la UIA. No habrá paro nacional sino una estrategia legislativa, judicial y de movilización en todo el país.
(Por Alfonso de Villalobos para Tiempo Argentino).- El nuevo Consejo Directivo que se reunió este jueves por primera vez luego de su conformación el pasado 5 de noviembre, definió movilizar el próximo jueves 18 de diciembre a la Plaza de Mayo.
La decisión se adoptó a instancias de la mesa chica que se reunió horas antes del cónclave que reúne a medio centenar de dirigentes. La presentación formal del proyecto de ley se produjo horas antes de la reunión, que ya estaba pautada sobre la base de los borradores que circularon en los días previos, pero resultó clave para la decisión que, de todas maneras, no será acompañada con un paro de actividades.
Ya el martes el representante de la CGT en el Consejo de Mayo, Gerardo Martínez, se ausentó de la última reunión del organismo con el propósito de no dar su aval al proyecto laboral que implica un ataque sin precedentes a los derechos de los trabajadores y su derecho a la organización sindical.
En una reunión que duró alrededor de dos horas los dirigentes acordaron rechazar “todos los puntos que forma parte del proyecto” y, en boca de uno de sus secretarios generales, Jorge Sola, reclamaron “estar en el debate”.
El dirigente, al cierre de las deliberaciones, encabezó la conferencia de prensa en la que publicitaron su posición y la estrategia que definieron para enfrentar la normativa.
En primer lugar, aclaró, “la representación de la CGT, a través de la Gerardo Martínez, dejó nuestra posición de rechazo en ese organismo que no es vinculante”. La CGT, explicó, “dijo en ese lugar que la norma tenía un sesgo ideológico más que pragmático” y, denunció, “hay muchísima coincidencia entre la propuesta de la UIA y el proyecto que ingreso por el Senado”.
Sola dijo que “en un país empobrecido, sin inversión, con un industricidio y perdida de más de 200 mil trabajadores este gobierno pone un proyecto que es un paso más en el ataque a los derechos individuales y colectivos de los trabajadores. Y que no se hace con un acuerdo entre los dos sectores más importantes que son los de la inversión productiva y la fuerza de trabajo”.
A la vez, señaló que “este proyecto que pretenden llevar adelante se hace a espaldas del pueblo y los que se van a llevar las consecuencias negativas que son empleadores y trabajadores, lo quieren hacer con un tratamiento exprés. Esta CGT reclama estar en ese lugar del debate”.
A la vez, aclaró que “nos oponemos terminantemente a cada uno de los puntos que establece este proyecto de reforma laboral”.
Por último explicó que “vamos a tener una estrategia con un plan de acción”. En primer lugar, dijo, “vamos a llevar nuestro reclamo a cada legislador y senador y cada gobernador y gobernadora. Le vamos a explicar por qué no puede salir esta ley”. En segundo lugar expresó que “muchos de esos puntos van en contra de los principios protectorios del derecho al trabajo y son anti constitucionales. Vamos a dar una pelea judicial”.
Por último señaló que “vamos a dar un debate en las 80 regionales que tiene la CGT a lo largo y ancho del país para que en cada lugar se exprese el rechazo y para que hablen con sus gobernadores y diputados” y , “el próximo 18 de diciembre iremos a la Plaza de Mayo con una movilización contundente”.
La CGT y el gobierno saben que no es el momento más propicio para desarrollar una pelea a fondo. El tamaño de la ofensiva, sin embargo, plantea las necesidad y oportunidad de plantear una medida de fondo como es un nuevo paro general.
