Tras un miércoles negro donde el Gobierno sólo logró renovar el 61% de la deuda del Tesoro, el Central obligó a los bancos a aumentar los encajes para evitar una disparada del dólar. Economistas de distintos espacios encienden las alarmas y hablan de “mala señal”.
Canal Abierto | El miércoles pasado, el Ministerio de Economía intentó una jugada que no salió.
Se trata de una emisión fuera del cronograma de títulos de deuda en pesos del Tesoro, que tenía por objetivo seducir a los mercados con un instrumento financiero seguro.
La idea era que estos títulos absorbieran la masa de pesos que quedaron liberados luego de que desarmaran las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) el jueves de la semana pasada. Ese día, el Banco Central (BCRA) les compró a los bancos $15,5 billones de LEFI que, de no existir un destino mejor, irían a parar al dólar y a meter presión sobre el tipo de cambio. Pero la cosa no marchó acorde al plan.
Los pesos excedentes de la licitación de hoy serán absorbidos de manera inmediata.
— Federico Furiase (@FedericoFuriase) August 13, 2025
En este caso, serán absorbidos mayoritariamente vía aumento de encajes remunerados con nuevos títulos públicos a ser suscriptos el lunes próximo (día de la liquidación de la licitación de hoy), a… https://t.co/WHGNlEzNJl
El BCRA pudo renovar sólo el 61% de la deuda, incluso cuando la oferta incluyó tasas de interés de hasta el 69,20% anual en el tramo más corto. Esto dejó un excedente de pesos en circulación que le complicó el panorama inmediato al equipo económico. Tanto, que los especialistas de la línea heterodoxa y también de la ortodoxa manifestaron su preocupación en medios y redes.
“El caos financiero generado por el dueto Milei-Caputo sigue su curso alentando la timba, mientras ceba una bomba de deuda que profundiza el ajuste”, aseguró sobre el tema el economista Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular.
También planteó que con tasas que “más que duplican la inflación anual” se “destruyen la actividad económica, la producción y el trabajo”. Y alertó sobre los $6 billones que no se renovaron: “En los próximos días se verá si inducen una baja de las tasas de interés o incrementan las presiones cambiarias”.
En la misma línea pero desde el liberalismo, el economista Christian Buteler manifestó en X: “El desarme de las LEFI, algo entendible si se quiere ir a un programa de agregados monetarios, se implementó mal generando un ruido en el mercado de deuda que antes no había. Para peor lo hicieron en un período electoral, pésimo timing. Todo lo que hicieron después, lo empeoró”.
De mal en peor
El “después” refiere al anuncio que llegó ayer por la noche desde el director del Central Federico Furiase. “Los pesos excedentes de la licitación de hoy serán absorbidos de manera inmediata. En este caso, serán absorbidos mayoritariamente vía aumento de encajes remunerados con nuevos títulos públicos a ser suscriptos el lunes próximo (día de la liquidación de la licitación de hoy), a través de una nueva licitación del Tesoro”, posteó.
En la práctica, se trataría de algo así como un corralito para los bancos, a quienes se obligó a elevar los de 40 a 45 puntos, al menos hasta después de las elecciones. Esta medida es algo que muchos ven como una suerte de castigo a las entidades bancarias por negarse a renovar completamente los vencimientos de deuda el pasado miércoles, y que Buteler juzga como una señal “muy mala” a los mercados. No es el único.
Martín Rapetti, economista de la consultora Equilibra, realizó en sus redes “un poco de análisis histórico” y resumió: “Las dos mayores crisis económicas argentinas -la de la Tablita y la de la convertibilidad- empezaron primero como crisis financieras: ante la presión cambiaria, subía mucho la tasa de interés, lo cual propagaba impulsos recesivos, intensificando la fragilidad financiera de las empresas y del Estado. Se resentía la cadena de pagos, aumentaban los cheques rechazados y la mora en el sistema bancario. El riesgo asociado a los activos en pesos (depósitos bancarios y deuda soberana) inducía el cambio de portafolio a favor de activos externos que finalmente derivaba en crisis cambiaria y de deuda”.
Un poco de análisis histórico viene bien
— Martin Rapetti (@mgrapetti) August 14, 2025
Las dos mayores crisis económicas argentinas -la de la Tablita y la de la convertibilidad- empezaron primero como crisis financieras: ante la presión cambiaria, subía mucho la tasa de interés, lo cual propagaba impulsos recesivos,…
Por su parte, Alfredo Zaiat definió a este momento como “una bomba fiscal” que Javier Milei y Luis Caputo le están dejando al próximo gobierno. “Esto lo sabe cualquiera: si vos pagás una deuda a una tasa de interés superior al crecimiento de la economía, es insustentable. En un momento sos insolvente”, explicó en su columna en El Destape.
La señal dada con lo sucedido en está última licitación es muy mala, se tuvo que agregar instrumentos, se ofreció una ventanilla de liquidez y como solo se renovó el 61% ayer a las 9 de la anoche anuncian que habrá aumento de encajes remunerados.
— Christian Buteler (@cbuteler) August 14, 2025
No parece un plan consistente.- https://t.co/0x07K8evOx