Con la divisa en viaje hacia el techo de la banda, el Gobierno coronó una semana de intervenciones desprolijas e inútiles para contener la corrida. ¿La explicación? “Sobran pesos para ir al dólar, faltan pesos para hacer carry”, asegura la consultora Vectorial.
Por Gladys Stagno para Canal Abierto | “En, tal vez, la peor semana del equipo económico, sorprendió su impericia en la materia en la que más se jacta de dominar: el manejo de los mercados”. De esta manera, la consultora Vectorial calificó el desempeño del Gobierno durante la semana pasada. Quizá la más caliente en lo que va del año por el descalabro de “la macro”.
El factor que provocó la impericia, que el equipo de especialistas —liderado por Eduardo Hecker, Federico Sánchez y Eduardo Montagu— llama una disaster class, fue la disparada del dólar.
Desesperación y desprolijidad
Desde la salida del cepo el 11 de abril, la divisa acumula un incremento del 19%, y el equipo económico se vio forzado a salir a contener el frente cambiario. ¿El resultado? Una intervención desprolija y muy poco exitosa.
La suba del dólar se aceleró el viernes 11 de julio. Ese día, la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), que desde Vectorial consideran “torpe”, dejó a los bancos con $9 billones libres, que estaban colocados en esos títulos. Al no disponer de otro instrumento público de cortísimo plazo, estos pesos “se volcaron a caución (préstamos privados a un día) y préstamos interbancarios”.
Esto impacta en el mercado cambiario en varias direcciones: “por un lado, al cobrar menos tasa, los bancos reducen la tasa de los plazo fijos, incentivando a los ahorristas a volcarse al dólar. Por otro lado, los inversores en el mercado financiero se ven tentados de tomar caución a bajo costo y comprar instrumentos en dólares”, detalla el informe.
Para “intentar forzar arriba las tasas” el equipo gubernamental, comandado por Luis Caputo y el propio Javier Milei, vendió LECAP y luego organizó una “licitación de emergencia”, pero la maniobra resultó insuficiente para frenar una corrida que acercaba al dólar a $1.300.
Ante la desesperación por secar la plaza de pesos, también reintrodujo los Pasivos Remunerados del BCRA, una herramienta que había sido descartada y que volvió bajo la forma de pases pasivos a un día, inicialmente a una tasa del 29%, que llegó a rozar el 40%.
Y “para coronar una maniobra muy desprolija, en la licitación del miércoles, supuestamente solicitada por los bancos, el Tesoro convalidó tasas astronómicas para las letras (casi 48%)”, señaló Vectorial.
¿Y el superávit?
A todo lo dicho, y en medio de una corrida cambiaria, se sumó una compra por US$ 500 millones por parte del Tesoro a $1.270, cuando se rehusaba a hacerlo debajo de los $1.100. Y una decisión de “pisar tarifas para moderar la suba del dólar”, que sirvió para que la inflación de junio no superara el 1,6% pero acumuló “desequilibrios en el frente externo” y más tensión en el frente fiscal.
En ese sentido, y considerando que el superávit fiscal fue desde el Día 1 el caballito de batalla del oficialismo, Vectorial resalta que “aunque el resultado primario de junio fue mejor que el del mismo mes del año anterior, se ubica como el segundo más bajo del año”, sólo superado por el de marzo.
Los gastos de capital “retrocedieron casi un 30% anual” y los subsidios económicos se desplomaron “un 28,4%”. Si el Gobierno hubiera mantenido el mismo nivel de inversión en infraestructura que en enero de 2023, “el superávit primario se hubiera reducido en más $100 mil millones”.
Sobran pesos, pero no tantos
La explicación de este escenario desesperante se resume para la consultora en una frase: “Sobran pesos para ir al dólar, faltan pesos para hacer carry”.
Se trata de una situación autogenerada, ya que “el principal desarmador de carry trade hoy es el propio Gobierno, tomando deuda a tasas astronómicas y comprando dólares cerca de la banda superior”.
“Una jugada difícil de entender, salvo que exista una presión decisiva del FMI. Vale recordar que aún no hay noticias de la aprobación del desembolso de US$ 2.000 millones, que debía efectuarse el mes pasado”, sentencia Vectorial.